La escuela desde dentro: hablan los suscriptores de Fotoliber

Hace cuatro meses que Julián Barón abrió Fotoliber, una escuela online que prometía mucha fotografía, pero también mucha experimentación y reflexión. “La técnica es muy fácil trabajarla. Hay muchísima información ya y, además, las cámaras son cada vez más inteligentes, pero nos faltan hojas de ruta. Mi idea es acompañar, pero también motivar. Ayudar a sacar ideas adelante”, explicaba el mismo profesional. 

Durante estos meses en Fotoliber, los suscriptores de la escuela han podido visitar virtualmente el estudio de la fotógrafa argentina Camila Kevorkian, se han empapado de las obras de autores como Cristóbal Hara y también han intercambiado diferentes puntos de vista sobre sus propios trabajos creativos. Por eso, quiénes mejor que ellos y ellas para explicar cómo funciona el proyecto desde dentro. 

Preguntamos a Jesús Manuel Giz Novo, Toni Cortés, Rakel Meyers, Marta Martín Núñez y Jesús Monterde, por su experiencia en Fotoliber. Y no solo eso, también nos ofrecen su visión sobre el futuro de la fotografía y cómo la Inteligencia Artificial puede encajar en él. 

¿Qué os condujo hasta Fotoliber?

Jesús Manuel Giz Novo: Fotoliber llega después de haber conocido a Julián como docente en el curso de junio de 2023 ‘Ser libro’. Me llevó a un nuevo punto con mi fotografía, a ser capaz de crear de una forma diferente y trabajar de forma más manual y llevar al papel mi archivo en forma de pequeñas ediciones al alcance de todos los bolsillos.

-Toni Cortés: Llevaba tiempo desconectado de la fotografía, con ganas de volver a activarme, veía que sería una buena forma de coger una rutina, animarme a hacer proyectos estancados, ganar seguridad en lo que hago y ampliar mi mirada hacia las cosas.

Rakel Meyers: Conocí a Julián en 2022 en el taller que dio en Montehermoso-Vitoria organizado por la Sociedad Fotográfica Alavesa. Me encantó la experiencia pero, sobre todo, el conocimiento, las ideas, las propuestas, las preguntas, los ejercicios… que compartió con nosotros y que se han convertido en una herramienta para mi propia práctica.

-Marta Martín Núñez: Conozco de cerca el trabajo de Julián Barón, tanto en el ámbito artístico como educativo. Ya había realizado talleres más cortos con él, y poder tener ahora una plataforma de contacto continuo, y todos los materiales que ha creado para el curso para mi es una fuente de inspiración y, sobre todo, supone contar con un grupo de apoyo para el desarrollo de proyectos estable y continuo.

Jesús Monterde: Quiero mejorar muchas carencias que tengo y potenciar mis virtudes. La posibilidad de hacer el curso a tu ritmo fue un factor importante, pero sobre todo, la calidad de los cursos que se ofrecen fue determinante. El poder consultar a tu aire todo el recorrido fotográfico de gigantes como Robert Frank, Cristóbal Hara, Michael Schmidt y otros muchos, es una posibilidad inmejorable para aprender del proceso fotográfico de estos autores. Además, hace muchos años que conozco a Julián, la energía que irradia te motiva y abre tu mente. Por todo esto continúo formándome en sus cursos.

¿Hasta qué punto conocer nuevos procesos creativos, y otros trabajos, os está influyendo?

Rakel Meyers: Yo vengo de la fotografía analógica pero, a principios de los 2000s mi práctica se fue más hacia el vídeo y la animación, quedando en un segundo plano. Gracias al taller de ‘Ser libro’ he vuelto a recuperarla y re descubrirla, y lo estoy continuando con Fotoliber.

Marta Martín Núñez: Como docente de fotografía para mi es fundamental estar en constante proceso de aprendizaje. Además, estando en un entorno universitario, muy institucional y lento de reaccionar, esta plataforma me da una frescura y nuevas ideas que son fundamentales para llevar después a mi entorno.

Jesús Manuel Giz Novo: Julián propone muchos ejercicios que llevan a que trabajes fuera de la zona de confort y eso te abre la mente y te amplía las posibilidades creativas. Julián consigue ver lo mejor de cada trabajo y proponerte posibilidades siempre constructivamente y sin juicios definitivos.

Toni Cortés: Ampliar conocimientos siempre ayuda a enfrentarte a las cosas de una manera diferente, además con alguien que te guíe es una suerte. Conocer nuevos procesos, trabajos y maneras de afrontar proyectos es energía nueva, hace que intentar cosas que antes no te planteabas, comprender cómo debe evolucionar… 

Jesús Monterde: Conocer otros procesos creativos y ver como otros autores han construido su obra me da más herramientas, ideas, y capacidad critica para trabajar en mis proyectos. Con el conocimiento, que adquiero en los cursos, unido al que me da la vida misma, voy moldeando mi mirada y mi forma de ser.

De lo visto hasta ahora, ¿con qué (aprendizaje, lección, curso…) os quedáis?

-Jesús Manuel Giz Novo: Me gusta mucho la parte de conocer trabajos de compañeros y la revisión de propuestas hechas por Julián, como cada alumno trata de resolverlos.

-Marta Martín Núñez: Con la biblioteca, es una maravilla que no encuentras en otras escuelas o cursos online y las sesiones en vivo, y que te dan la sensación de pertenecer a una comunidad de intereses compartidos en la que poder compartir inquietudes y seguir creciendo y aprendiendo también de los compañeros y compañeras

Rakel Meyers: Me gusta la idea de los microtemas y que está orientado a lecturas y ejercicios.

-Toni Cortés: La combinación de todo me parece interesante, pero especialmente el showcase, donde vemos un proyecto y dialogamos sobre cómo debería avanzar.

Jesús Monterde: Con la motivación y curiosidad por seguir aprendiendo que me inculcan estos cursos.

Mucho se habla de la IA y del cambio que puede suponer para el arte; pero, ¿cómo imagináis la fotografía dentro de 100 años?

Como persona nacida a finales de los 1970, en la era pre-internet, Rakel Meyers ve en la Inteligencia Artificial una herramienta como cualquier otra. “He crecido con numerosos medios y formatos tecnológicos que iban a cambiarlo todo y que, luego, acabaron en la basura; y cuya práctica, además, está enfocada en la obsolescencia y el cuestionamiento del uso que hacemos de la tecnología”. Reconoce, por ello, la creadora que no le interesan tanto cuestiones relacionadas con la autoría, sino con el impacto medioambiental. Así pues, sobre el futuro dice: “No sé qué pasará. Los imaginarios distópicos están más que trasnochados desde la pandemia, y el apocalipsis aún está por llegar. La desidia y el aburrimiento acechan pero, en las trincheras, aún quedamos los artesanos digitales con todas sus paradojas y contradicciones.”

Jesús Manuel Gil se autodefine como un fotógrafo “que disfruta mucho de la vivencia, las relaciones que surgen en el acto fotográfico y como dichos encuentros-sensaciones te llevan a lugares a los que no llegarías sin pasar por allí”. En este sentido, espera que la IA “sirva para poder completar el acto fotográfico”, pero espera que siga habiendo “sentimiento en la vivencia de la fotografía” y por tanto “el fotógrafo presente no desaparezca”. 

Por su parte, Marta Martín cree que vamos hacia “un uso de las imágenes mucho más fluido, donde serán cada vez más maleables e hibridadas con formas de vídeo, naturaleza artificial o CGI…  y también como una prolongación de los usos sociales que ya tienen.” “En cualquier caso, también creo que la pregnancia que tiene una imagen fija seguirá siendo muy potente“, apunta Martín.

Y otra cuestión interesante plantea Jesús Monterde: “Quizá la ciencia será capaz de convertir en una obra de arte las ideas, pensamientos, sueños, emociones… Quizás la inteligencia artificial sea el principio de esta utopía.” Finalmente, Toni Cortés espera que la evolución de la IA “aporte cosas interesantes” y “no destruya otras”.

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